El presidente desea inscribirse en una tradición histórica que además integran Bartolomé Mitre, Domingo Sarmiento, Julio A. Roca y ese Menem rescatado del pudor de los propios para ponerlo de ejemplo libertario, adelantado visionario de un desapego hacia el Estado que no fue tal, pues gran parte de su vida laboral fue -precisamente- en el sector público.